lunes, 5 de noviembre de 2012

Crash 4, El Ecuador de la prosperidad


 EL ECUADOR DE LA PROSPERIDAD.


Ayúdate a ti mismo y todos te ayudaran. Principio del amor propio. Nietzsche


En cuanto a la posición del Ecuador frente a la crisis mundial la Asamblea Constituyente de Montecristi en el año 2008 se planteó la posible refutación al capitalismo salvaje que des configuró al Ecuador el 21 de enero de 2000, desmantelando el ahorro nacional y consolidando un sistema económico excluyente, pero sobre todas las cosas, la Constituyente intentó acabar con un modelo que premio el fracaso de los banqueros, exilió a los ecuatorianos de su propia tierra y que le robó la vida y las esperanzas a todo un pueblo. La crisis ocasionada intencionalmente por los banqueros que se fueron al exterior mediante la desregularización continua del estado provoco que el gobierno ecuatoriano asumiera todas las perdidas.

La Crisis bancaria de 1999 en Ecuador fue una crisis que produjo aproximadamente un 70% del cierre de las instituciones financieras del país. En 1999 la actividad económica estuvo disminuida en un 7 u 8% y el sucre perdía su valor por 195%. El ingreso Per cápita del dólar americano había caído por 32% durante aquel año. El desempleo aumentó de 9% al 17% y el subempleo aumentó de 49% al 55%. Fueron utilizados 1.6 mil millones dólares de los fondos del Gobierno de Ecuador a bancos que quebraron como resultado de las prácticas corruptas y mala administración financiera. El medio circulante aumentó a una proporción anual de 170% para pagar a los depositantes de los bancos quebrados. En marzo de 1999, el Gobierno congeló los depósitos bancarios para evitar la hiperinflación. A finales de 1999, La popularidad del Presidente Mahuad había caído al 9%. Los problemas económicos, financieros y políticos irresolutos llevaron a masivas protestas que produjeron su salida de del poder el 22 de enero del año 2000.  

(http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_bancaria_de_1999_en_Ecuador)

Luego de la barbarie de los Vikingos del dinero contra el pueblo ecuatoriano nace la ilusión de establecer nuevos cimientos y la esperanza desafiante y contra todo pronóstico de volver a creer en el estado. En esta ocasión de manera histórica luego de aproximadamente unas 20 Constituciones y de una inestabilidad política de 10 años nace la oportunidad de crear una nueva carta magna con los ciudadanos. Esto no quiere decir que los planteamientos de la Asamblea Nacional Constituyente fueran acertados en su totalidad simplemente fueron compartidos por toda la sociedad, algo insólito desde 1830 cuando nacimos como República.

La Constitución del 2008 estableció en su capítulo sexto nuevas formas de organización de la producción, nuevos tipos de propiedad, que ya existían pero que no habían sido reconocidos anteriormente, nuevas formas de trabajo, la democratización de los factores de producción y la aplicación del sumak Kawsay. (Artículo 14 de la constitución)

Un pensamiento Kichwa explica que “el Universo es permanente, siempre ha existido y existirá; nace y muere dentro de sí mismo y solo el tiempo lo cambia”. El sumak Kawsay, expresa esta cosmovisión. Alcanzar la vida plena es tarea del sabio y consiste en llegar a un grado de armonía total con la comunidad y con el cosmos. (Plan Nacional del buen vivir)

Esta constitución del 2008 por lo tanto, ya no hablaba solamente de PIB, de Reservas Monetarias, de Sistemas Financieros sobre el ser humano, sino que planteaba la necesidad de ver al individuo como centro de la vida en sociedad. Sin embargo hay artículos residuales como el 338 que propone una visión económica clásica basada en el ahorro, la cual debe ser reflexionada.

Aunque son importantes los avances de la Constitución de Montecristi es necesario acotar ciertos aspectos con la intención de desintoxicar al Ecuador de las lógicas del sistema económico mundial actual. La economía ecuatoriana aun se presenta frágil y sobre todo su sistema político. Menciono el hecho de un sistema político frágil sumado a sectores de la prensa, empresariales y políticos sin escrúpulos que a pesar de todo el esfuerzo del gobierno actual plantearon un 30S por devoción o por ignorancia, cualquiera que sea el caso, los únicos perdedores fueron los ecuatorianos. Esto no es nuevo, sucedió con Allende en Chile y en actualidad esos intentos desestabilizadores impulsados desde afuera han tenido un recorrido por nuestra América, en Venezuela, Bolivia, Ecuador y últimamente en Paraguay.      

Aun existe una poderosa banca que con el gobierno del Presidente Correa ha obtenido ganancias históricas, además existe una fuerza empresarial productiva hegemónica que no proyecta una visión de país. Como ejemplo en el último conflicto internacional entre Ecuador, Suecia, Reino Unido y EEUU a propósito del asilo de Julian Assange, algunos empresarios expresaron el temor de represalias económicas y comerciales contra el país por la decisión soberana de conceder el asilo al ciudadano australiano. Fue evidente que  los empresarios no pensaron en una posición conjunta soberana de país, solo en sus intereses. Sin embargo a pesar de las amenazas de los de siempre no perdimos las preferencias arancelarias americanas ni europeas.

Entonces, estamos frente a un desafío, por un lado el modelo pre fabricado de desarrollo importado por la grandes “Civilizaciones” frente a una concepción más profunda y romántica acerca del ser y su rol dentro del cosmos, pero marcada por una poderosa resistencia de la oligarquía ecuatoriana. La pregunta que se formula es, ¿cuánto tiempo queda para prosperar y cambiar la matriz productiva del Ecuador y alejarnos de la dependencia externa?, pero sobre todo la pregunta final es ¿cuánto tiempo se necesita para cambiar la visión del ser y de la economía? Y ¿Cuál es la estrategia para convencer a la oligarquía ecuatoriana de que hay que realizar cambios profundos y soberanos?

Win Dierckxsens menciona en su libro la crisis de una civilización que:”En algo más de dos siglos de revolución industrial, el sistema capitalista ha destruido mucho de lo que la naturaleza tardo millones de años en construir”. Sin lugar a dudas, como menciona acertadamente el autor, no hay capitalismo posible.

Por lo tanto es necesario apretar el acelerador, ya que nos queda poco tiempo, pues los destructores del planeta crean tecnologías, nuevas ciencias y nuevas técnicas para extraer los recursos que tienen, invadir países que poseen recursos que ellos no tienen, contaminar los mares, desaparecer su riqueza ictiológica, consumir bosques y contaminar el ambiente. Es evidente entender sus lógicas, pues si estuvieron dispuestos a exterminar a los sin almas, no se detendrán ante la naturaleza frágil e inofensiva. 

Todas estas acciones necesitan un contra ataque fundamentado en razones contundentes e innovadoras, pues si las potencias no descansan para hacer el mal, las no potencias no deben descansar para hacer el bien.

Las crisis presentan las mejores oportunidades para salir de ellas, si en este momento los poderosos se encuentran convulsionados económicamente es la hora de aplicar la desconexión del sistema imperante mencionada por Dierckxsens y construir un proyecto propio, autentico, original y diverso que proteja el planeta y que garantice la sustentabilidad económica y financiera de los pueblos.  

Si Latinoamérica desata los nudos planteados por el Crash Course es posible que se pueda devolver con bien todo el mal recibido desde el inicio de la historia por los imperios. No es posible terminar este pequeño recorrido por la crisis económica actual sin mencionar que el sur es la primera y la única oportunidad de los sudamericanos y en esa lógica se considera necesario recordar el canto que mantiene encendido el sueño de Bolívar de una América unida, pero sobre todo fuerte, consiente de un cambio y solidaria.     

                          

Y no me digas ¡pobre!
por ir viajando así
no ves que estoy contento
no ves que voy feliz
viajando en este tren,
en este tren al ¡sur!

Los prisioneros

 

 

 

 

 

 

    

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