martes, 16 de septiembre de 2008

Lo bueno, lo malo y lo feo

Lo bueno, lo malo y lo feo
(De la Asamblea Constituyente)
Hablar del pasado es vergonzoso, porque evidencia nuestras falencias, excepto cuando necesitamos reflexionar con el fin de evitar los mismos errores y en esa vía, como siempre en mis artículos acostumbro a hablar del futuro, acostumbro a soñar con lo nuevo que vendrá, cuando todo el mundo está en su presente, por mi parte acostumbro a subirme en esa nube de sueños, lo detestable es cuando regreso y la fría realidad que me obliga inexorablemente a ver lo duro que tengo que trabajar para conquistar esos sueños.

En los medios de comunicación tales como radio, prensa escrita y televisada, mucho se ha cuestionado los apuros de la Asamblea Nacional Constituyente, las leyes mal cosidas como la de contratación pública y su reglamento y la ley de transito. Es evidente que los grupos de poder utilicen estos desaciertos para desprestigiar a la que envida fue la Asamblea, que de ganar el si el 28 se septiembre de 2008 emulará a la niña de la biblia que no estaba muerta y que solo dormia.

En cuanto a lo bueno es de vital importancia mencionar el mandato que eliminó la tercerización acabando de una vez por todas con las mañas patronales, también conceder la amnistía a tanto perseguido político, recordar que la Asamblea se la realizó en Montecrísti, acción que conllevo la ruptura del centralismo y el reconocimiento al líder más grande que ha tenido la patria, el mandato que limitó los sueldos de la verdadera burocracia de oro blanco, el perdón y olvido para los involucrados en el Taurazo, el mandato 5 referente a la ayuda a los damnificados del duro invierno y el poner límites a las indemnizaciones a los trabajadores del sector público, son acciones que interpretan clara y diáfanamente el sentir popular aplicado a decisiones y acciones concretas.

En cuanto a lo malo, que vergonzoso la posición de los medios de comunicación que asemejan los niveles de corrupción del Congreso Nacional a la Asamblea Constituyente, aunque hay cambios abismales, estos sectores devotos de las oligarquías serranas y costeñas, tratan de crear un hipervínculo entre ambos organismos, cuando existen diferencias obvias sobre los 2 organismos.

Los representantes del Congreso eran elegidos en base a sus demagogias y una vez llegados al poder se olvidaban de lo prometido, jamás ponían a disposición del pueblo sus malévolos planes y esperaban que las aguas del escándalo bajen y ejemplo vivo de eso es la Provincia de Santa Elena y Santo Domingo de los Colorados (Sáchilas), Los casos de diputados como Dotti (P.S.C.) y landazurí (I.D), que lanzaron sus candidaturas sin renunciar a las curules que ostentaban en ese momento. El escándalo en Perú de Ma. Agusta del (P.R.E.), son algunos de los muchos actos del antiguo Congreso que en nada se parecen a la actuación de la Asamblea y los pocos actos cuestionables, han estado encabezados por gente puesta por los Gutiérrez como los Casos de Logroño y Lupera.


Lo malo también es que los asambleístas quieran o no, con sus buenas intenciones se desviaron del objetivo principal que los reunía, hacer la nueva constitución, la comisión de redacción no conformada por los mejores asambleístas, el tema del famoso espectro radioeléctrico, sumado a la injerencia de asesores del ejecutivo, que han desgastado este proceso cuasi sacro santo que le da la oportunidad histórica al Ecuador después de 100 años oprobiosos para decidir sobre su destino.

Lo feo fue la salida de Alberto Acosta al renunciar a un proceso histórico que aun está en construcción, los infiltrados en el partido de gobierno como Diana Acosta y Rossana Queirolo, y que parte de esta revolución ciudadana se encuentra secuestrada por elementos de la antigua partidocracia.

En fin esta constitución es el nuevo paño fresco que alivia esa fiebre de injusticia que existe desde el periodo Bolivariano, es el sueño inmortal de ver a la Patria levantándose de la opresión de 2 siglos de amargura constante y audible, es la alegría de ver que la Patria tiene otra oportunidad de romper las ataduras y cepos del pasado, es como un río correntoso que destruye toda la injusticia construida por la maldad y la corrupción de aquellos políticos del pasado, es el nuevo amanecer que trae con la aurora los vientos del progreso, es el tiempo de la Patria y es el tiempo de todos los 13 millones de habitantes unidos, altivos, luchadores, valientes y soberanos.


Martes 16 de septiembre de 2008, Quito-Ecuador
Wellington Rubio