En una fecha gloriosa para el país, en 1979 retornamos a la tentadora “democracia”. Desde la Presidencia de Jaime Roldos, incluso anteriormente, en el Ecuador las pugnas políticas, han derrotado al sistema de derecho. En aquel entonces fue Roldos vs Don Buca, en la época Febres-Cordero, fue contra las Cortes y la oposición del Congreso y hoy es Correa enfrentado con quienes desde el principio han querido destruir al Estado solo por sus odios e intereses. No podemos quedarnos aquí, es imposible que dejemos al país en las pugnas, sin pasar a mejores niveles.
La historia es la única realidad del individuo, no tenemos otra. Ortega decía que “No tenemos que negar nuestro pasado sino integrarlo”, pero han pasado 31 años y aun no podemos integrar ese pasado doloroso a una nueva realidad productiva (como dirían los argentinos, cruzar el charco). Parece que el deber ser, está secuestrado en “never land”. Tenemos buenos ejemplos de superación de países quebrados que resurgieron como Japón o Alemania.
Como país estamos quebrados internamente y separados por tierras, por límites, por ideologías, por regionalismos, por religiones, por rencores, por burocracias, por empresas y nadie quiere dar el primer paso. El problema ecuatoriano no se resuelve con leyes ni con buenos Presidentes, se resuelve con integridad, trabajo, disciplina, voluntad y sobre todo perdón de tod@s los ciudadanos.
Con este panorama desalentador le tocará a una nueva generación jugar la revancha.
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