100 años de perdón

Julian Assange el maestro

¿Qué tiene de característico, un periodista, programador y activista de internet australiano? Solo tuvo la osada idea de sustraer información reservada de los EEUU y publicarla es su ahora famosa página “wikileaks”. Por supuesto el quilombo reventó a nivel mundial al conocer el submundo de los gringos, pues Latinoamérica todavía es el tercer mundo.

El debate se ha encendido, la idea de ser espiados sin nuestra autorización puede generar resistencia o vergüenza. Este hacker, prende la mecha de una discusión incompleta acerca de la validez del espionaje y la confidencialidad, al cometer la terrible ofensa de publicar información secreta americana. El conflicto se agrava, ya que, la información que poseen los yankees, no solo que no es propia, sino que ha sido obtenida en base a métodos no muy felices, espiando a países “Amigos”.(Venezuela, Ecuador, Argentina, México, entre otros países peligrosos).

Las preguntas son la siguientes: ¿Assange ha tomado información que no le pertenecía? y la respuesta contundente es si, pero ¿De quién es la información que posee los EEUU? No hay duda, que le pertenece a países terceros donde el imperio solo es un mero tenedor de los documentos secretos.

Alguien dijo alguna vez que los poderosos piensan que jamás serán atacados. El 9-11 demostró la fragilidad nacional en cuanto a seguridad y hoy con la revelación del año del profeta Assange se demuestra una vez más que esa fragilidad aún está presente. Solo queda la sorpresa del genio por este jaque y por otra parte el imperio tendrá que aprender el viejo adagio ecuatoriano que dice “ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón”.