viernes, 3 de abril de 2009

Escupido en San Valentín


EL AMOR



Tarea difícil, maestro Oscar resultó, el ensayo acerca del amor.
¡Adivine! Me encontré con una anciana muy pobre que dijo con un grito apacible:
¡Joven ayúdeme!, y mientras hacía mi buena obra, sin que le dijese el trabajo que usted me había mandado, expresó: ¡hijo, quiero decirte algo!
El amor, es paciente.
Paciente, como un padre cuando su hijo comete mil errores, y no obstante, le vuelve a dar una oportunidad eterna.
El amor es bondadoso, como aquel revolucionario que expone su vida a favor de una causa, aunque sea equivocada.
El amor no tiene envidia, no es arrogante, no se comporta indecorosamente, no busca lo suyo, como aquella madre que se juega la vida por sus hijos.
El amor no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido, no le gusta la injusticia sino que busca la verdad, todo lo sufre, todo lo soporta, y sobre todas las cosas nunca deja de ser.
Después de haber dejado a la anciana, al otro lada de la calle, mientras divagaba auspiciado por el desconcierto, empezaron a llegar pensamientos crónicos…¿Por qué los ricos oprimen a sus súbditos si el amor es bondadoso?, ¿Por qué el trabajo del pobre enriquece a su amo a cambio de una esclavitud eterna y miserable camuflada con el nombre de injusticia, si el amor se alegra de la verdad? Repentinamente en plena 9 de Octubre y Av. Quito, observé, un betunero, un caramelero, un anciano y un mendigo. Entonces entendí que para los ricos solo existe el amor a las riquezas, y me quedó totalmente claro que los indefensos así como la anciana, eran mensajes que declamaban en tonos muy altos que los pobres todo lo sufren, todo lo esperan y todo lo soportan.
Sus afecciones son producto de una esperanza: Anhelan creer en sus gobernantes y son estafados, esperan que sus líderes sean honestos e íntegros y nunca llegan esos prototipos de individuos, talvez estén con sus trajes en un escenario de Holliwood o en otro lugar, mientras mis amigos soportan abusos, abandono, explotación y opresiones. Sabe profe, este ensayo me produjo un dolor casi orgánico, porque descubrí lo que somos.
Lo que puedo concluir es que el amor nunca deja de ser, de esperar y de creer, aunque nuestra realidad sea absurda e irracional, lo único que puedo expresar del trabajo realizado es que, el amor nunca deja de ser.
Entendí, que el amor no es lo que pensaba, y que los pobres siempre aman, mientras yo en mi burbuja, cultivo un amor mediocre que solo da pero que nunca busca darse, entendí que amamos equivocadamente y que el amor no es lo que creemos sino lo que somos como familia, estudiantes y como seres vivos.


Profe que tenga un excelente día del amor y de la amistad, felicidades.




Wellington Rubio
4-02-2004


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