lunes, 8 de noviembre de 2010

Plagiados



PLAGIADOS

Después del 30 de septiembre hay 3 reflexiones irrefutables, la inmadurez de nuestra clase política, la fragilidad de la institucionalidad democrática y las grandes mafias que pretenden mantener las cosas conforme al viejo pasado que nos acecha.

Para el Presidente quedará la desilusión de saber que el código penal ecuatoriano no registra la figura del secuestro sino del plagio. En ese sentido la justicia tiene 2 obstáculos para atrapar a los culpables. El primero es que en materia penal no existe interpretación extensiva y la segunda que, en caso de duda sobre la aplicación de una norma penal, se aplicara la más conveniente al reo. Así que con estos caminos tan angostos y complicados de la tipicidad es probable que las acusaciones se derrumben como un castillo de arena ante el más insignificante suspiro.

En teoría penal el plagio supone el hecho de apoderarse de una persona por medio de la violencia, las amenazas, la seducción o engaño, con el objetivo de recibir algo a cambio. La pregunta se contesta por sí sola, ¿de quién se apoderaron los policías insurrectos, de lugares o personas? Esa es la suerte de los malignos elementos defendidos por fuerzas extrañas. Posiblemente por estas razones legales no se pueda demostrar el golpe de estado ni el intento de magnicidio sufrido por el Presidente.

Lo importante es que el primer mandatario abre el debate acerca de la teoría del plagio. El gobierno de forma hábil plagio a los ecuatorianos, se apodero de muchos de nosotros, nos sedujo sus ideas revolucionarias de ética, de soberanía, de decencia, de igualdad y democracia basado en el cambio radical y profundo de las formas política tradicionales.

5 años después el gobierno ha tenido un cambio vertiginoso. Antes del 30-S el ejecutivo tenía una sola posición y actitud de resistencia frente a sus opositores y luego del 30-S nada ha cambiado. Según los postulados Romanos para ser ovacionado se tenía que derrotar a los enemigos sin derramar sangre, hecho que el Gobierno no pudo evitar aquel día por diversas variables. Al parecer los ungidos de la revolución no han podido liberar al Ecuador de la posesión demoniaca que lo oprime desde hace 100 años.

Pero la oposición también intenta plagiar la conciencia ciudadana, sigue siendo la misma antes y después del 30-S. como diría Phil Bosmans “Algunas personas transmiten luz, otras lo oscurecen todo”. Esta oposición venenosa, camuflada de forma cobarde detrás de un intento de golpe de estado, nos vende sus ostentosas ideas de oropel, sus baratijas, sus morbos, sus ideas sucias y mediocres, ideas sin vergüenza, con desenfreno, descaro y miseria, razón por la cual, se han convertido en el mejor aliado del gobierno, el cual se ríe con todo el sobre peso del poder, pues la mejor propuesta que tienen las alimañas es que el Presidente se vaya a su casa por medio de una simple y pálida revocatoria de mandato.

Pero los ciudadanos también hemos sido plagiados por el escepticismo y la decepción, sufriendo entre la dureza gobiernista y la necedad opositora, pues nos encontramos como queso derretido, entre estas dos rodajas que aumentan las temperaturas políticas, pero sobre todo evadiendo la corresponsabilidad de reconocer que nuestro voto es el resultado de lo que hoy sucede. ¿Será tan complicado para los ecuatorianos ponernos de acuerdo? Al parecer pensábamos que el puente de Bahía sería el más grande del Ecuador, pero en realidad falta uno más grande que nos una y nos ayude a cruzar ese mar de diferencia que nos está ahogando como nación.


Wellington Rubio

8 de noviembre de 2010

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