viernes, 29 de mayo de 2009

1º artículo sobre la deuda
La paga de la deuda es muerte


La primera escena nos arroja una estadística implacable. De los 17 países más endeudados del mundo, 12 son de América Latina, entre ellos el Ecuador.

Estamos concientes de que la deuda externa como encargo, es un peso insoportable para los ecuatorianos, ya que sacrificamos nuestro PIB, las exportaciones, el petróleo, nuestra capacidad de ahorro y de inversión para el pago de la deuda externa.

Ahora, la deuda como obligación se ha convertido en un problema ético-jurídico. Es verdad que la deuda fue una obligación (mi padre diría tamaña estupidez) que pactamos libremente y tenemos que ser responsables y honrarla, pero sin embargo, la deuda aún así tiene elementos ilegítimos, porque cuando pactamos los primeros préstamos, el interés internacionales eran del 2% y por decisiones del departamento del tesoro de Estados Unidos (quienes manejan las tasas de intereses internacionales), los intereses pasaron al 400%, figura denomina usura.

La segunda escena nos presenta un FMI que fracasa con sus políticas económicas, y coadyuva a que la brecha entre ricos y pobres crezca, y a que las riquezas sigan distribuyéndose equivocadamente.

Según datos de Alberto Acosta, desde 1982 hasta 1999, el Ecuador recibió 56.556 millones de dólares americanos en préstamo, y durante ese mismo tiempo pagó 62.689 millones de dólares, a pesar de ello, la deuda siguió en aumento, porque todo ese dinero solo sirvió para pagar intereses y comisiones (es decir los ternos y hoteles de los miembros del FMI).

La tercera escena que cierra el telón de nuestra función es el país del norte (EEUU), que con su política exterior, neoliberal ha sacrificado nuestro desarrollo humano, ellos viven en un edén, lleno de oropel, lujos, buena alimentación, excelentes salarios para sus trabajadores y las mejores universidades para sus estudiantes, evidentemente que es un paraíso, pero que esta cimentado sobre el dolor y sobre el inmenso sacrificio de los pobres giles (o sea los latinoamericanos) que hicieron los prestamos y que ahora tiene que pagar intereses sobre intereses .

No solo los niños, los estudiantes y los trabajadores del Ecuador anhelamos los mismos privilegios de los norteños, si no todos los seres humanos y nuestra voz de protesta, la expresamos con el hambre y la pobreza (y la mayoría de veces con la mediocridad). Pero ¿Qué deuda es peor?, la del dinero, o la de llevar una vida miserable. Tendríamos que preguntarnos, ¡A fin de cuentas! ¿Quién esta en deuda, con quien? Norteamérica, se asemeja a los banqueros, que tienen muchas riquezas, pero un corazón que late al son del vil metal.

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