viernes, 29 de mayo de 2009


Coincidencias


Parece que el Ecuador se está acostumbrando a vivir de forma cíclica coincidencias nefastas para la República. La crisis entre el Presidente y La UNE tiene tres factores determinantes. El primero y fundamental es que en el país no se han consolidado procesos de identificación históricos que sean permeables en la identidad ecuatoriana; el segundo es que carecemos de un método efectivo y razonable que nos permita resolver nuestras diferencias; y El tercero responde a un olvido generalizado de todos los gobiernos para ver a la educación como un medio para alcanzar el desarrollo que tanto anhelamos.

Un 29 de mayo de 1969, (Por cierto día que casi nadie recuerda) un Presidente como Velasco Ibarra, (que cedió, como muchos otros gobernantes, a la tentación de la dictadura) manchó con un mar de sangre su conciencia al reprimir hasta la muerte a unos treinta bachilleres que se habían tomado la casona universitaria para exigirle al régimen que acabara con el examen obligatorio para ingresar a la Universidad.

La petición de los estudiantes no solo, que no fue aceptada, sino que Velasco equivocadamente, en vez de entrar en un proceso de dialogo con los impetuosos estudiantes afectados, envió un grupo de paracaidistas para que sus opositores sean asesinados como animales silvestres. Pero como casi siempre pasa con la mayoría de los gobernantes, el gran orador de 5 presidencias, fue seducido por las maquiavélicas lógicas del poder.

Es así, como después de 40 años angustiosos para la democracia y la institucionalidad del país, volvemos a otro round, (que no será el primero ni el último) de disputas tribales por el “Complejo Sistema Educativo”, y con los mismo actores, un jefe de estado y un sector de la educación que no está de acuerdo con el sistema de evaluación para los profesores. Es más en términos estrictamente educativos la Constitución de Montecristi nos queda debiendo ya que consagra un máximo del 8% del PIB para la educación, mientras que la Constitución neoliberal de 1998 aprobada en Riobamba establecía un tope del 30% del PIB.

Entonces cabe plantearse algunas interrogantes. ¿Por qué el Estado en vez de subir el presupuesto para la educación lo ha bajado?, ¿Es verdad que con la simple evaluación se acabaran los problemas integrales de la educación?, ¿Cómo podemos evaluar seriamente a profesores que obtuvieron sus títulos de profesionales en universidades de poca exigencia académica?, ¿Cómo podemos crear filtros para que la educación que antes era un producto de la política hoy se convierta en un producto de la excelencia?, ¿Cuánto tiempo tardará el gobierno para fortalecer estructuralmente las unidades educativas a nivel nacional?, ¿Quién reconocerá a tantos educadores urbanos y rurales mal remunerados que han ejercido con sacrificio su trabajo durante años?, y ¿Se puede entender el miedo de los maestros a la evaluación cuando nunca han sido evaluados por ningún gobierno?

Pero para el Presidente la cosa es facilita los maestros son los corruptos, los mediocres y faltos de transparencia, ellos son los únicos culpables de 40 años de olvido de todos los gobiernos, ellos son los que le han robado el progreso al país, ellos son los que nos han mantenido en el lumpen de la historia, ellos y nada más que ellos. Y como una coincidencia casi calcada el primer mandatario convoca un 29 de mayo una marcha en la ciudad de Guayaquil para minimizar la resistencia de los maestros de la UNE. Solo esperemos que esta vez los involucrados aprendan del pasado y nos obsequien un futuro mínimo de dialogo y respeto.


Wellington Rubio

28 de mayo de 2008

1 comentario:

Cual sinsonte dijo...

Tu decides entre el oscuro pasado....o esta hermosa revolución ciudadana.

simpático artículo!