lunes, 6 de septiembre de 2010

La esperanza que demora es tormento del corazón

PRUDENCIA POLITICA

Dentro de la concepción Aristotélico-Tomista lo operable ‘’Es todo aquello que puede ser creado, transformado o modificado por acción de la voluntad humana’’. Este término del griego tiene 2 divisiones.

1.- Lo factible (del griego FACERE), que significa una actividad orientada por la razón que se ejerce sobre determinada materia. Busca la realización de las cosas, es lo que se hace o cuando se modifica algo exterior (ejemplo, la capacidad de hablar de escribir o de bordar). (LO EXTERNO)(ENMARCADO DENTRO DE LA TECNICA O ARTE POLITICA).

2.- Lo agible (del griego AGERE), que significa una actividad orientada por la razón ejercida en el recinto del alma. Busca la perfección moral del ser humano o se procede teniendo en mente un bien moral. (ejemplo la ética, los valores, la lealtad, los ideales el sentido de solidaridad y de caridad) (LO INTERNO) (ENMARCADO DENTRO DE LA PRUDENCIA POLITICA).

Desde los 80 la democracia presentó un modelo perverso de hacer política, donde el ciudadano cumplía la función del tonto útil, para cada partido, para cada proyecto. Aquí con el mayor desparpajo se utilizaban las prácticas del embalaje, amarrar y entregar. En este escenario no importaban los valores, los principios, importaban los aportes y se diseño sin querer o queriendo el sistema que hemos heredado. Sin duda una de las grandes montañas que la revolución ciudadana tiene que conquistar es el tema de la revolución ética. A pesar de los avances tecnológicos como el portal de compras públicas se necesita mucho más para reconstruir la confianza de una nación engañada de generación en generación.

Por esto días están apareciendo nuevos partidos y movimientos disfrazados de corrientes ciudadanas que intentan ingresar al duro, ingrato y hasta peligroso escenario de la política. Lo importante es que la política no puede estar al margen de los valores, los principios ni la ética. La falta de estos elementos ha causado el descredito de los políticos y sus partidos, los ha obligado a cambiar, reciclar e inventar nuevas mentiras para en algo sostener el poder que ostentan.

Siempre estará el dilema y el llamado. El primero es que la política se percibe como sucia, manipuladora y traicionera y en realidad así es. Este primer factor nos hace huir, tolerar y ceder, nos incomoda la idea de mojarnos los pies o ensuciarnos el nombre en la arena política. La segunda suena más sencilla, si tienes una buena idea, eres honesto y te interesa la política, ven que el país te necesita a gritos desesperados, no es fácil, pero una revolución ciudadana necesita ciudadanos para ser exitosa.

Esta dimensión humana de talentos y valores nos puede hacer trascender en el cruel tiempo sobre cualquier grupo político, sobre ideologías y sistemas de gobiernos. Las convicciones en el individuo son armas letales, y si cayéramos abatidos por defenderlas podríamos resurgir como el Fénix, alzar vuelo como las Águilas y ser victoriosos como aquel Cid que pelea con su ejercito por la dignidad y la honra.

Cierto es que el país necesita un buen Presidente pero sobre todas las cosas necesita una generación de ciudadanos comprometidos y disciplinados, que día a día tomen su parte del lego para armar este modelo llamado democracia. Algún día tendremos que empezar y hoy es un buen momento.


Guayaquil, domingo 5 de septiembre de 2010
Wellington Rubio

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