INTRODUCCION
Estamos
frente a las mentiras más grandes de la historia. Todos los autores nacionales
e internacionales coinciden en que este fenómeno está devorando la humanidad.
Posiblemente se ha desarrollado un peor mal, el cual se debe detener; y pudiera
ser la peor crisis que ha vivido Suramérica, pero sobre todo el Ecuador, nos
referimos a la crisis de pensamiento.
En
unos de sus cuentos, el escritor ecuatoriano, Joaquín Gallegos Lara decía que “Nada iguala la crueldad de lo ciego”. (Lara). Este fenómeno es una oscuridad disfrazada
de claridad que demuestra la crueldad de los fans de la globalización. La
ceguera impide ver la realidad de una región con sus propias fortalezas y
debilidades, pero la oscuridad más grande la padecen los suramericanos al no percibir
que la globalización ha entrado en sus países como un espíritu inmundo que
busca destruirlos al igual que los espíritus atormentaban al endemoniado gadareno
del capítulo 5 de San Marcos.
Es
tiempo de despertar, en realidad, en algún momento los estados o sus ciudadanos
despertaran y mientras más rápido se despierta para cambiar, mejor. Pero se
necesita más que eso, se necesita profundizar, sumergirse en el mar del enredo
y buscar en medio del ruido y las tinieblas las soluciones para emprender la
lucha que implica seguir la ruta del salmón, cuesta arriba sobre las
instituciones, pasar por las fauces de los feroces osos del poder y finalmente
llegar al lago de la tranquilidad y morir después de tanta lucha.
El
dilema se enmarca dentro del debate actual. En primer lugar hay que preguntarse
si podemos identificar la chatarra ideológica de los grandes intereses
transnacionales y plantear un propuesta totalmente distinta, o simplemente
jugar con las reglas y en entorno plateado hábilmente por la globalización. Sin
duda parece imposible desarticular toda una estructura de pensamiento y de
recursos resguardados por la fuerza. No hay que ser ciegos, es fácil darse
cuenta que el único aliado cierto que existe es la razón.
Estas
nuevas formas de pensamiento importadas intentan robar historias y creencias, escritas
de puño y letra de patriotas, quienes fueron exterminados a traición con la
ideología del asesinato. No se puede olvidar que los representantes del viejo continente
acabaron con Lautaro y Caupolicán de Chile, Atahualpa del Reino de Quito, Cuauhtémoc
de México y con todos los guerreros pensadores que con su liderazgo podían
hacer la resistencia a cualquier imperio. Lo interesante es que a pesar de
haber exterminado a esos líderes no pudieron asesinar sus ideas y valentía y
después de 500 años los subyugados, luego de una larga resistencia, luego de
una gran deuda, y luego de un gran silencio, hoy se plantean la posibilidad de
días mejores, de días de igualdad, días de paz y de buen vivir para todos los
ciudadanos del planeta ya que al final todos somos vecinos de la misma tierra.
Lo
que se plantea en el presente ensayo es rasgar el velo, presentar la realidad
actual del Ecuador y mencionar algunos detalles que llevaron al país a la peor
crisis de su historia, hasta expulsar a 3 millones de hermanos a EEUU y Europa,
al desregular la acción estatal hasta que el sistema financiero se colapsó,
hasta desmantelar al estado y vender una nueva idea de felicidad basada en lo
que tenemos y no en lo que somos.
También
se busca una reflexión profunda acerca de la globalización, sus valores, sus
intereses, mecanismos y motivaciones de tal manera que podamos estar preparados
para desarrollar los anticuerpos que nos permitan ser inmunes a las
enfermedades del sistema. Es interesante ubicar factores como la moda, que no
solo conllevan la idea de algo nuevo sino un principio de superioridad de las
potencias hacia las no potencias. Nos venden no solo por economía sino por un
principio de supremacía, por un sentimiento de superioridad y por una idea de
dominación paulatina basado en el olvido de tradiciones, historias y costumbres
para dar paso a nuevos conceptos, nuevos valores y nuevas sensaciones de
libertad y de culturalización supuestamente más avanzadas.
La
idea es analizar algunos conceptos y partir hacia nuestros propios puertos confiables
y seguros, e ir desmantelando un sistema perverso que se esconde en supuestos
erróneos, en falacias y en malas intenciones que terminan desintegrando lo
único que le queda a Suramérica, sus tradiciones.
Hay
que reconocer que lo dicho por Atilio Boron es tan cierto en nuestra realidad: El capitalismo nos ha deshumanizado. (Boron,
2004) Parece normal ver niños pedir limosna, o grupos de personas en la
esquinas solicitando con las manos abiertas ayuda o comida, es tan normal la
pobreza, es costumbre verla como una estadística. La necesidad diaria expuesta
en periódicos y noticieros ha llevado a los ecuatorianos a un conformismo casi
imperdonable. La Globalización, Mundialización, Macdonalización o como quiera
llamársela es un monstruo camaleónico que toma la forma del entorno donde se
desarrolla para pasar desapercibido y poder atacar a las sociedades arrancando
sus raíces para sustituirlas por unas nuevas formas de actuar, pensar y
producir, divorciados de la lógica, la razón, la solidaridad y el sentido
común.
En
ciudades grandes como Quito y Guayaquil, con sus dos caras bien marcadas como
una moneda, se vive la cotidianidad de la globalización, por un lado de los ricos
globalizados y por otro los pobres localizados al estilo de Ulrich Beck. (Beck, 1998)
La
tercera idea falsa de Vilas acerca de la globalización es un aporte importante
para hacer una mirada endógena del espíritu que nos posee y que no desea
soltarnos. (Vilas) Entonces está claro
que gracias a la globalización no seremos iguales en desarrollo, cultura y
bienestar en comparación con los europeos o los gringuitos. Por nuestras
grandes ciudades no se ve normalmente a una gringa con alpargatas y anaco en
las calles de Quito o Guayaquil, comiendo en algún kiosco de la calle o
comiendo espumilla. Por el contrario se ve a ecuatorianos vestidos con las
diversas marcas americanas y europeas entrando a un Mac Donalds o comiendo los famosos
dulces del Dunkin Donuts.
Con estos antecedentes se busca abordar el
problema de la globalización desde una perspectiva legal y económica. Desde el
punto de vista legal es necesario ver a la Constitución como uno de los
mecanismos de resistencia ante la globalización que puede revertir la pasividad
del estado frente al fenómeno globalizante; y desde el punto de vista económico
es necesario aclarar que las peores crisis del estado ecuatoriano fueron
ocasionados por los sectores de poder económico, grupos que sometieron con violencia al estado
y desfiguraron el poder sacrosanto de las organizaciones sociales. Por lo
tanto, no hay tiempo que perder, es necesario empezar a recuperar la historia y
la independencia.
La Constitución como mecanismo de resistencia ante un estado dominado por
la Globalización.
Un
guaraguao es, naturalmente, un capitán de gallinazos. Es el que huele de más
lejos la podredumbre de las bestias muertas para dirigir el enjambre. (Joaquín
Gallegos Lara)
La
macdonalización (globalización) es una forma de dominación con dos vertientes,
la primera en un cumulo de acciones conscientes hacia el posicionamiento de
valores y de objetos dominantes hacia estados o grupos de personas que consumen
toda clase de productos de manera inconsciente. Aunque en los últimos años se
podría decir que existe un tránsito de la inconsciencia hacia la conciencia.
Este
fenómeno global de podredumbres nos conduce a un mundo donde los ricos lo
tienen todo y los pobres nada. Todo esto con la complacencia del estado y por
su puesto como menciona Beck es debido a la pérdida del nexo entre pobreza y
riqueza, lo que ocasiona riqueza globalizada y pobreza localizada. Ese nexo
perdido es la naturaleza de la solidaridad que existe entre ricos y pobres. El
vínculo se ha perdido en general por la ausencia y la inconsciencia del Estado
que en muchas ocasiones lleva a la inconsciencia y fatalidad ciudadana.
Cuando
se menciona al estado se hace referencia al concepto de los marxistas que
decían que el estado es un instrumento de opresión de una clase social sobre la
otra. (Santos, 2004). En la realidad ecuatoriana
este concepto sigue vigente. El estado es el instrumento de banqueros, de
sectores financieros, de empresarios, de sectores exportadores sobre los pobres
que simplemente se convierten en un elemento visto como poblacion o subditos al
cual no es tan imprescindible satisfacer sus necesidades o velar por sus
intereses por que a fin de cuentas no tienen un poder solido que pueda competir
o poner en riesgo el poder del estado.
En
realidad la globalización es un gran compendio de estrategias foráneas.
Fácilmente se puede evidenciar que no existen lugares comunes entre ricos y
pobres. Por lo tanto los lugares clásicos profundizan la distancia entre pobres
y ricos. Si preguntamos qué espacios unen a ricos y pobres posiblemente no se
encuentren muchos. Los estadios, los cementerios, los espacios culturales, los
aviones, los lugares de expendio de comida, las tiendas e inclusive las
cárceles, tienen un gran factor que diferencia a ricos y pobres, los
precios. Todo espacio en el
ecuador y en mundo de relación tiene como gran diferencia el precio por lo
tanto si se tiene mayor o menor ingreso depende en donde viajemos, donde
comamos, donde vayamos e inclusive el precio define el lugar donde muramos.
No
con la intención de presentar o defender un credo es posible que los únicos lugares
en el cual ricos y pobres sean totalmente iguales sean, los baños higiénicos
refiriéndome a baños ubicados en lugares masivos y la iglesia. Aunque esos
lugares no dejan de ser excluyentes, y a pesar de que en la iglesia no existen
puestos exclusivos para los fieles y los no fieles, sin embargo el asitir a las
liturgias no deja de estar supeditado a la subjetividades en cuanto a que un fiel
producto del precio o siendo más exacto de los bienes que tenga pueda ser mejor
visto que otro hermano que se sienta a su lado y que a pesar de su gran fe no
tenga los mismo ingresos que su hermano de la fe.
Frente
a la exclusión cotidiana y generalizada el estado es inmune, es un virus que el
estado no puede bloquear de manera inconsciente. El estado por
su parte, a veces más con buenas intenciones que con técnica, realiza
carreteras, hospitales, viviendas y escuelas públicas entre otros beneficios
pero estos beneficios contribuyen a que la globalización se extienda como una
pandemia. Es como el clima húmedo donde los virus tienen mayor influencia sobre
los individuos. Por regla general los servicios que brinda el estado son
creados para que los use toda la sociedad sin diferencias, sin embargo son utilizados
en la gran mayoría de casos por personas de escasos recursos. Por ejemplo en el
Ecuador siempre se privilegió el pago de la deuda externa por sobre las
necesidades de los más indefensos. Esa priorización hizo que el estado realice
obras con bajos presupuestos, que contrate personal con bajos sueldos y que
utilicen materiales de poca calidad, es entonces cuando se configura con osadía
un gran espacio para la entrada de la globalización a los países. De esta
manera aparece otra realidad posible, la realidad soñada, el mundo ideal, la de
los servicios privados creados por los ricos.
La
única manera de romper este mito es mediante una acción estatal de relevancia
que propenda a prestar un servicio impecable que haga ver innecesario la
creación de escuelas privadas por ejemplo, pero hay que ser realista mientras
exista una burocracia sin preparación, inconsciente, con falta de compromiso,
corrupción de funcionarios públicos y debilidad estatal, la exclusión será
auspiciada con verdadera intención desde el mismo estado. Con esto podría
quedar en claro desde el punto de vista de la fe y no de la ciencia que los
únicos lugares donde no existe ningún tipo de exclusión es en el cielo y en el
infierno (excepto en el de Dante). Aunque para los creyentes la entrada al
cielo también tiene un precio que pagar a nivel espiritual, no sujeto a precios
y lo explica claramente el evangelio en la parábola del rico y Lázaro.
Con
este escenario la constitución del 2008 nace como un intento de cambiar la
realidad, no digo que lo haya logrado pues tiene apenas 4 años y en este corto
tiempo no se puede cambiar un sistema instaurado desde hace 500 anos, sin
embargo hay normas constitucionales que intentan revertir esa realidad en
beneficio de consolidar un estado fuerte que de manera paulatina con una base
constitucional corrija en el tiempo los males sociales entre ellos el de la
exclusión patrocinada por el estado. Por ejemplo una de las constituciones del
Ecuador establecía que para ser ecuatoriano era necesario tener bienes, cierta
cantidad de dinero, saber hablar y escribir castellano e inclusive en algunas
ocasiones tener algún tipo de religión, con lo que obviamente se excluía a la
gran población indígena pobre y que no se identificaban con algún tipo de
credo.
Por
ejemplo existe una intención clara de esa ruptura en la nueva Constitución, en
el artículo segundo se reconoce, al Kichwa y el Shuar idiomas ancestrales, como
oficiales, mientras que la anterior constitución de 1998 en el artículo primero
solo se consideraba a estos idiomas oficiales para los pueblos indígenas, con
lo cual se consigue un enunciado histórico en el Ecuador ya que desde 1830 el
estado había contribuido con la exclusión recurrente desde el poder al no dar
relevancia a las lenguas autóctonas del país.
También
la constitución del 2008 (Constituyente, 2008) plantea en el artículo
14 un nuevo paradigma, el del buen vivir que la constitución de 1998 no lo
hubiera imaginado, con lo cual se cambia la política neoliberal de exclusión y
explotación; y se instaura un nuevo modelo basado en el ser humano.
Por
último solo como referencia, aunque hay otros elementos que demuestran esta
tesis, la constitución del 2008 presenta un planteamiento inédito en el mundo y
es el de que la naturaleza sea sujeta de derechos al igual que los individuos y
las colectividades como lo expresa el artículo 389 pero no solo referente a la
gestión de riesgos sino que impone la responsabilidad objetiva en el articulo
396 cuando se le ocasiones daños severos al ambiente, mientras que la Constitución
del 1998 (Contituyente, 1998) solo se establecían los derechos de la
naturaleza como derechos de cuarta generación o más conocidos como derechos
colectivos como se establecida en los artículos 83 hasta 85.
Con
estos ejemplos aunque existe un número más extenso de artículos y en general
nadie niega que básicamente la Constitución de Montecristi intenta ser una
refutación al neoliberalismo, por consiguiente, lo que se intenta dejar por
sentado es que aunque aún no se logre la inclusión total o completa de toda la
sociedad hay importantes intentos para que el Estado tradicionalmente
excluyente deje de serlo respecto de quienes tienen menos poder dentro de una
sociedad. Por lo tanto la globalización produjo un debilitamiento del estado
inclusive antes de la separación de la Gran Colombia y esta exclusión histórica
de la ciudadanía fue una traición que fortalecía a los poderes empresariales y
banqueros ecuatorianos a través de las constituciones, para el Ecuador
aproximadamente 20 normas supremas, desde 1830 cuando se creó el estado
ecuatoriano.
El desastre capitalista en el Ecuador
El
mundo verdadero ha sido destruido por nosotros: ¿Qué mundo queda?, ¿el aparente
tal vez?...! En absoluto! Con el mundo verdadero hemos destruido también el
aparente. (Nietszsche, 1972)
En
este apartado se hará referencia al tema abordado por Ulrich Beck acerca del capitalismo
sin trabajo ya que el mismo patrón a nivel mundial se repite en el
Ecuador pues la globalización ha sido una extensión y amplificación de un
modelo muy claro, apoderarse del poder económico, político y social del estado.
Por lo tanto al apoderarse del poder del estado los ricos mantienen su poder
sobre todos los espacios de la vida pública y privada.
En
el Ecuador desde siempre los grupos de poder económico han ostentado el poder
político. La crisis de la sucretización de 1981, en el gobierno de Oswaldo
Hurtado, evidenció el poder de los empresarios para que el estado y por lo
tanto toda la sociedad asuma sus fracasos. Pero lo más evidente fue la crisis
de 1999 cuando quebraron los banqueros y el estado una vez más asumió sus
deudas como propias dándole la espalda a sus ciudadanos, con lo cual se entró
en una de las crisis económicas más profundas que haya vivido el país.
En
1988 el 10% más rico de la población urbana percibía el 47% del ingreso
nacional. Los programas de ajuste generaron un proceso de concentración de la
riqueza y de mayor inequidad en la distribución de los ingresos. Para 1993 el
grupo poblacional (o sector social) de mayor nivel económico recibía el 55% del
ingreso y el 20% más pobre percibía el 1.7% del ingreso nacional. Los sectores
medios de la población también se vieron afectados pues su participación en el
ingreso varió del 51% en 1998 al 44% en
1993. (acosta, 1997)
En
general en todo el mundo ya es conocido el discurso. Lo que proponen los grupo
de poder es que el estado es demasiado lento y pesado, en ocasiones un estorbo que
entorpece el libre mercado y la libre acción de las fuerzas económicas, sus
regulaciones son excesivas y los impuestos que entregan por ejemplo los
banqueros como sector económico se van en cuestiones intrascendentes como un
bono en contra de la pobreza ya que lo peor es darle a los pobres los pescados
y no enseñarles a pescar.
Todo
esto suena coherente y con un mínimo de credibilidad hasta que los banqueros o
los empresarios con cinismo cuando quiebran lo primero que hacen es volver a
mirar al estado, es decir que, estos grupos potentados viven una hipocresía
delatada en donde pasan criticando la actuación del estado y cuando fracasan
buscan a ese mismo estado para que en pocas palabras los salve. El problema es
que esa salvación por parte del estado implica que toda la sociedad inclusive
los pobres, tan odiados y vilipendiados por los ricos, pagan por los errores de
los banqueros, empresarios, almaceneras o en general de las instituciones
financieras. Es decir que en el Ecuador
históricamente solo se socializaban a toda la población las pérdidas de unos
cuantos ricos y las ganancias de esos ricos nunca se socializaban hacia los
demás sectores de la sociedad.
Por
estos días hay una gran polémica en el Ecuador acerca de la banca ecuatoriana
que por ejemplo le paga a sus directivos grandes cantidades de dinero entre
70.000 mil dólares y más y a sus empleados en general les pagan sueldos de 400 dólares.
La pregunta es si estos sueldos de los gerentes tiene relación con la economía
ecuatoriana y si amerita que los banqueros teniendo tantas utilidades paguen
tan poco a su empleados, por supuesto que no se necesita responder estas obvias
preguntas.
Pero
también hay otro problema fundamental aparte del actuar de los grupos de poder
como banqueros y empresarios y es el relacionado con los trabajadores ya que
las políticas neoliberales han debilitado sindicatos y grupos obreros hasta el
punto de exterminarlos.
En
ese sentido el 15 de noviembre de 1922 en el Ecuador el propio estado asesino a
una gran multitud de obreros de distintas áreas reunidos en la ciudad de
Guayaquil por reivindicaciones laborares y mejores sueldos. Tal fue la
oposición del gobierno que se produjo la matanza de trabajadores, mujeres,
ancianos y niños que al no poder ser sepultados tuvieron que ser arrojados
alegremente al rio Guayas. Aquel hecho fue recogido por el escritor
guayaquileño, Joaquín Gallegos Lara, en su obra magistral las cruces sobre el
agua. Al final del libro uno de los manifestantes regresa al mismo lugar donde
arrojaron los cuerpos al rio y ve a una persona poniendo unas cruces sobre el
agua pintadas con alquitrán y le pregunta que hacía a lo que le contestó que
ponía las cruces en memoria de los desaparecidos. Por cierto la globalización
también se ha encargado de robarnos esos momentos históricos sagrados al punto
de haberse perdido la tradición de cada 15 de noviembre ir a dejar cruces para
que la memoria se mantenga encendida.
Ese
golpe a la clase obrera también se ha globalizado, pues ahora con las políticas
de flexibilización laboral se puede exterminar a los trabajadores ya no
físicamente sino laboralmente. Horarios de goma, sueldos de miseria, sin
utilidades y las alzas importantes de desempleo, configuran el asesinato
laboral de los trabajadores. Este
contexto nos podría llevar al peor de los países en donde los ricos no pueden
vender sus productos porque los pobres no tienen empleo y por lo tanto no
poseen dinero para consumir lo que producen los ricos.
ALGUNAS SALIDAS
No
se puede ser víctima de la ingenuidad al pensar que con la nueva Constitución
se arreglarían todos los problemas del estado y de la sociedad. Es necesaria
una hoja de ruta y aplicar principios y disciplinas estatales y no estatales.
En
primer lugar hay que superar la inestabilidad vivida en los últimos años donde
los golpes de estado estaban a la orden del día, en ocasiones no se sabía quién
era el presidente del Ecuador debido a los cambios vertiginosos en el poder.
Primaba la componenda y se entregaba el poder a quien estaba dispuesto a ceder
a cualquier tipo de principio. Alguien podría pensar que eso había cambiado
pero el 30 de septiembre del 2011 con el intento de golpe de estado al
presidente Correa se puede decir con seguridad que los grupos de poder, a
través de ciertos políticos están dispuestos a traicionar a su pueblo y a
irrespetar a la democracia. Con estos hechos se ratifica la postura de que lo
sucedido con Fernando Lugo en el Paraguay es un intento recurrente para no
permitir que se apliquen políticas estatales que pongan en riesgo clásicos
espacios de poder extranjeros en los países latinos.
En
segundo lugar se necesita una nueva generación de políticos y un repensar de lo
político y la política, inexistente hay el día de hoy, personajes y colectivos que
a pesar de las diferencias ideológicas estén dispuestos a respetar la ley y la
Constitución pero sobre todo que sean guardianes de la democracia y de los
anhelos de todo un pueblo. Como digresión por estos días producto de las
candidaturas a puestos de elección popular de cantantes, actores y deportistas
un grupo de jóvenes creativos intento inscribir a un burro como candidato a la
Asamblea Nacional.
En
tercer lugar es necesario el rol de un estado fuerte que regule y frene los
deseos ilimitados de los poderosos pero sobre todo que extirpe todo el poder
que los grupos de poder tienen en el estado. Es necesaria hacer la separación
entre poder económico y poder político para que exista una verdadera
redistribución de la riqueza. Así como en un momento la iglesia tenía tanto
poder en el estado ecuatoriano que obligo a que exista una separación de
poderes llamada concordato. Hay que tomar en cuenta lo mencionado por Ulrich
Beck, si las riquezas que producen los ricos el estado no las dirige a la gente
pobre de manera sabia y disciplinada se fomentará una desintegración social en
la cual los pobres no tendrán ninguna identificación con el estado que dice
representarlos, ya que, no perciben una estabilidad mínima laboral ni
económica.
Por
último cuidar el ambiente, es posiblemente el golpe más certero a las grandes
empresas que creen en la liberalidad y que por lo tanto contaminan los ríos,
los mares y el ambiente sin que nadie les exija reparar los males que causan
sus grandes empresas y grandes riquezas.
Estas
ideas no pretenden ser las únicas, pudieran haber muchas más en un estado que
se encuentra en una encrucijada entre, ser tolerante en exceso con los grupos
de poder que pudieran arriesgar la permanencia y existencia de ese estado o
intentar satisfacer las necesidades mínimas de la mayor cantidad de sus
ciudadanos a pesar de que no tengan el poder de amenazar la existencia del
estado que supuestamente los protege. Lo cierto es que sin pobres, sin solidaridad
humana y sin un orden superior que regule la ambición excesiva de unos cuantos,
no es posible la permanencia de un proyecto de estado, mucho menos un proyecto
de humanidad.
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