domingo, 12 de septiembre de 2010



HEROES

(Dame todo el power para que te demos en la madre)

Ahora es el ex Ministro de Agricultura Walter Poveda. La lista de Ministros en el banquillo de los acusados es interesante, Obras Publicas, Salud, Educación y Deportes. También hay escándalos de peso como, el tema de las visas a los cubanos, los reaseguros de las aeronaves de las FFAA, los cachuelitos derivados del SOAT, los incontables contratos del hermano del Presidente y por último, entre muchos temas del mal gusto, terminamos en el desagradable y terrorífico cuento del Fiscal General de la Nación.

Dentro de los ofrecimientos de campaña uno de los ejes de la revolución ciudadana fue una revolución ética. Así como nadie duda de la buena fe del Presidente (excepto la miope oposición), tampoco nadie duda que en cuanto a la ética la revolución ciudadana nos entregó un gran cheque de goma de un banco quebrado.

El gobierno, emulando la frase de Bolívar, sigue arando en el mar. El portal de Compras Públicas, La Secretaria Nacional de Transparencia (antes SENACOR), el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y la Contraloría General del Estado no han podido detener este sistema de antivalores que está en marcha, pues los corruptos son muy parecidos a los software informáticos, ya que se actualizan constantemente. La pregunta razonable sería ¿Quiénes son los culpables, las personas o los sistemas?

A veces unos políticos juegan a médicos y otros a tramoyistas intentando borrar los traumas sufridos por la ciudadanía en la época democrática, especialmente con las administraciones locales y nacionales del PRE, quienes hicieron pésimas mezclas, y en un conjunto fusionaron poder público, familia e intereses personales. De esas épocas doradas solo han cambiado los nombres, aunque las propagandas millonarias de la SENACOM quieran decirnos lo bien que vamos.

La posición del gobierno en cuanto al silencio sobre los actos de corrupción de sus funcionarios es razonable, tienen que vender la imagen de que el gobierno es de manos limpias aunque en la mayoría de las veces se perciba como el gobierno de manos impías. La oposición como siempre de manera torpe intenta revelar algo que ya sabemos todos, y es que, este gobierno, más que revolución ciudadana en cuanto a la ética se asimila a un sexto velazquismo.

A estas alturas ya no importa lo que nos diga el gobierno en las propagandas, ahora importa lo que pensemos los ciudadanos. Sicológicamente debemos quemar las etapas de la negación, decepción y pasar a la etapa de la aceptación y vernos como lo que somos, como un país enfermo de un cáncer llamado corrupción, tomando una medicina que no detiene esta enfermedad crónica que juega con nuestra posibilidad de reincorporarnos en un mundo lleno de desafíos, esta enfermedad se enquista en los puestos más pequeños hasta en los más altos, capaz de destruir en un instante, los recursos públicos, la moral, la ética, pero sobre todo, esta enfermedad tiene la capacidad de robarnos en pocos segundos la feliz y noble idea de días mejores.

La pregunta seria ¿Dónde están los héroes? Es una de las pocas ideas de Hollywood que no me generan resistencia, el pensar que siempre hay alguien luchando por la justicia, preocupado de los demás, de los débiles y desamparados, buscando el bienestar desinteresado de la humanidad y atrapando a los corruptos, sin dudar es una de las mejores ideas que nos vende el norte, ¿Por qué será que nos atrapa esa idea? ¿Por qué todos quisiéramos ser un súper héroe? o ¿Por qué a todos nos aterra la idea de convertirnos en uno de ellos? Por lo pronto en el sur se extraña mucho a los viejos luchadores, a los quijotes, a los chapulines o los revolucionarios de pedigrí, ¡hay! ¡Cuánta falta hacen!

Sábado 11 de septiembre de 2010
Wellington Rubio

lunes, 6 de septiembre de 2010

La esperanza que demora es tormento del corazón

PRUDENCIA POLITICA

Dentro de la concepción Aristotélico-Tomista lo operable ‘’Es todo aquello que puede ser creado, transformado o modificado por acción de la voluntad humana’’. Este término del griego tiene 2 divisiones.

1.- Lo factible (del griego FACERE), que significa una actividad orientada por la razón que se ejerce sobre determinada materia. Busca la realización de las cosas, es lo que se hace o cuando se modifica algo exterior (ejemplo, la capacidad de hablar de escribir o de bordar). (LO EXTERNO)(ENMARCADO DENTRO DE LA TECNICA O ARTE POLITICA).

2.- Lo agible (del griego AGERE), que significa una actividad orientada por la razón ejercida en el recinto del alma. Busca la perfección moral del ser humano o se procede teniendo en mente un bien moral. (ejemplo la ética, los valores, la lealtad, los ideales el sentido de solidaridad y de caridad) (LO INTERNO) (ENMARCADO DENTRO DE LA PRUDENCIA POLITICA).

Desde los 80 la democracia presentó un modelo perverso de hacer política, donde el ciudadano cumplía la función del tonto útil, para cada partido, para cada proyecto. Aquí con el mayor desparpajo se utilizaban las prácticas del embalaje, amarrar y entregar. En este escenario no importaban los valores, los principios, importaban los aportes y se diseño sin querer o queriendo el sistema que hemos heredado. Sin duda una de las grandes montañas que la revolución ciudadana tiene que conquistar es el tema de la revolución ética. A pesar de los avances tecnológicos como el portal de compras públicas se necesita mucho más para reconstruir la confianza de una nación engañada de generación en generación.

Por esto días están apareciendo nuevos partidos y movimientos disfrazados de corrientes ciudadanas que intentan ingresar al duro, ingrato y hasta peligroso escenario de la política. Lo importante es que la política no puede estar al margen de los valores, los principios ni la ética. La falta de estos elementos ha causado el descredito de los políticos y sus partidos, los ha obligado a cambiar, reciclar e inventar nuevas mentiras para en algo sostener el poder que ostentan.

Siempre estará el dilema y el llamado. El primero es que la política se percibe como sucia, manipuladora y traicionera y en realidad así es. Este primer factor nos hace huir, tolerar y ceder, nos incomoda la idea de mojarnos los pies o ensuciarnos el nombre en la arena política. La segunda suena más sencilla, si tienes una buena idea, eres honesto y te interesa la política, ven que el país te necesita a gritos desesperados, no es fácil, pero una revolución ciudadana necesita ciudadanos para ser exitosa.

Esta dimensión humana de talentos y valores nos puede hacer trascender en el cruel tiempo sobre cualquier grupo político, sobre ideologías y sistemas de gobiernos. Las convicciones en el individuo son armas letales, y si cayéramos abatidos por defenderlas podríamos resurgir como el Fénix, alzar vuelo como las Águilas y ser victoriosos como aquel Cid que pelea con su ejercito por la dignidad y la honra.

Cierto es que el país necesita un buen Presidente pero sobre todas las cosas necesita una generación de ciudadanos comprometidos y disciplinados, que día a día tomen su parte del lego para armar este modelo llamado democracia. Algún día tendremos que empezar y hoy es un buen momento.


Guayaquil, domingo 5 de septiembre de 2010
Wellington Rubio